Semanario Tarijeño Año 1 Nº 11 - 3era Semana de Diciembre de 2000

     

 

El personaje regional del año
Quién ostentará la distinción de ser elegido PERSONAJE REGIONAL DEL AÑO?
Qué debe caracterizarlo? Que requisitos se precisan? Quiénes pueden ser nominados? Cuáles sus atributos y merecimientos?, ó como se dice ahora, Cual el perfil del personaje?. 
SEMARIO indica "por sus aportes a la región en el campo de la ciencia, cultura y otras manifestaciones del que hacer ciudadano...... ".
Hay dos aspectos, que aunque no se registren de manera oficial, no se escriban, no formen parte de cualquier convocatoria, no son del agrado de la ciudadanía. 
Que la nominación se oriente hacia un personaje político, Como en todo, seguramente hay políticos buenos, pero, la política nuestra en si, esta sucia, y salpica.
Que la nominación no se manipule, que no responda a intereses de grupos buscando espacios, o por cualquier motivo se presione para buscar una nueva imagen que favorezca otro interés.
Mas allá de la propuesta, la persona nominada debe tener "carisma", hombre o mujer que irradie afecto, que haya servido con amor al prójimo, un perfil humanista volcado al bienestar colectivo, a mitigar el dolor, a fortalecer el espíritu brindando confianza, vislumbrando nuevos horizontes, que se haya dado a los demás en ese apostolado de maestros, médicos, enfermeras, y personas de bien, afables, sencillos que aporten al desarrollo humano en áreas como son las de la mujer, la infancia, la vejez, y otras que ayuden a sus semejantes, a pobres de espíritu y de medios materiales, en fin que tengan o posean un perfil humanista.
Si de mí dependiera, hubiese propuesto a mi cuñado, el Dr. Julio Chamas Torres, quienes le conocieron no olvidan la excelente condición humana de Jalisco, sentían el aura que emanaba de su presencia, el influjo de su personalidad afectiva, disfrutaban su cariño sencillez y calor humano - pero no puede ser, se nos ha ido -. 
Y así como tengo varios amigos médicos que podrían ser nominados, conozco excelentes maestros, mis maestros ya jubilados, los de mis hijos, en pleno ejercicio de su profesión, enfermeras que ayudaron a sanar, ayudaron al buen morir, y trajeron incontables ciudadanos de esta tierra, curadores del cuerpo y del espíritu.
El personaje, debe ser parecido a personajes de este valle cuyo recuerdo vive en nuestro afecto y cariño: doña Trinidad Peralta (a propósito, había una citación para que sus restos sean retirados, no obstante la leyenda en su lápida, emanada del Consejo Municipal de entonces que le otorga el derecho de reposar allá por toda la eternidad). Don Alberto Baldivieso, médico de este valle de gran corazón y amigo de todos, Don Issac Attie excelente constructor y organizador de la comuna, doña Lindaura Anzoateghi, don Octavio Campero E, muchos más, personas de gran corazón y cariño entrañable a la tierra y a sus semejantes, cuya lista ocuparía todo el espacio disponible y no acabaría.
Abrogándome un derecho que no me corresponde me atrevo a nombrar a las monjitas del asilo de ancianos, no por haber dotado a Tarija de una estructura confortable, moderna que cuesta muchísimo dinero, sino por el cariño y la dedicación permanente con que atienden a todos y cada uno de los ancianos que ahí se cobijan.
Vaya, visite el hogar de ancianos, conozca sus instalaciones de excelentes ambientes, cocina que envidiaría el mejor restaurante, camas de primera, artefactos a la medida de su necesidades, barras empotradas que les ayudan a sentarse y levantarse, agua fría y caliente y dispositivos que permiten el aseo ya sea sentados o en cualquier posición debido a sus dolencias.
Además de la dedicación de cada religiosa en sus diferentes faenas, del extenuante atender a los internos, las monjitas consiguen tiempo para el arreglo de sus jardines adornando con flores los diferentes ambientes, brindando a los ancianos alegría de vivir lo poco que resta y fortaleza para enfrentar lo que vendrá con resignación cristiana y como un paso hacia algo mejor.
Y en primer lugar al padre Miguel Donahue por su preocupación por los más débiles, por quienes necesitan salir de un submundo para ser miembros de una sociedad, por su espíritu fuerte de no arredarse por ninguna vicisitud por mirar siempre más allá, estar donde haya quien le necesite, por su labor con los minusválidos y el orgullo de vivir que ahora ostentan; van a competencias, ganan, ríen, y disfrutan porque se sienten capaces de competir, de ganar de hacer, porque han encontrado la satisfacción de vivir que ha cambiado, inclusive, el clima afectivo de sus hogares.

Ing. Mario Orsini J

 

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Última modificación: 21 de Diciembre de 2000